lunes, 4 de agosto de 2008

Crisis

Muy buenas a todos. Vuelvo después de haber pasado una semanita recorriendo tierras bárbaras de Europa central. Novedades en la vida de Panpoxi, dos puntos, estoy jodida.
Por qué? No lo sé. Pues porque tocaba, digo yo.
Vamos a ir por partes, que si no va a ser muy difícil.
Para empezar, seguimos en la línea de donde dejé el blog antes de disfrutar de mi (única) semana de vacaciones (en todo el verano): le estoy dando un montón de vueltas a lo del chico este de paellas (pobre, menudo nombre le ha tocado, ahora se lo cambio). Y es que no hay vueltas que dar, la verdad, pero oye, que la mente de cada uno funciona como quiere y que a mí ahora me ha dado por tenerla como una niña de dieciséis años con un cuelgue de esos chungos.
Como siempre que me voy al extranjero, dejo a mi pobrecito MóvilRosaI (el II está arreglándose) desconectado, así que pensaba que cuando volviera y lo encendiera iba a tener en el móvil algún mensaje suyo. Craso error. Cerito. No hay mensajes del ChicoMono (entiéndase por mono guapo, no simio). Y menudo bajón. Yo que llevaba todo el viaje pensando cosas (chorradas como pianos) sobre él…
Voy a puntualizar que NúmeroUno me ha llamado un montón de veces esta semana y MóvilRosaI sólo se ha dignado a entregarme un mensaje de que me había llamado hoy 3 veces. Igual (sólo igual) ChicoMono ha mandado algún sms que MóvilRosaI no me quiere enseñar. Porque no me creo que en una fucking semana sólo haya tenido ese mensaje de llamadas perdidas…
Y claro, pues ahora yo no le voy a escribir porque: a) él sigue de vacaciones (creo); b) me da vergüenza; c) no pinta nada que le escriba ahora; d) no sé qué decirle.
Pero si no le escribo ahora a ChicoMono y él me ha escrito, va a pensar que paso de él, y no es cierto. Y, aunque no me haya escrito, si no le escribo yo, probablemente ya no me vuelva a escribir, porque habrá pasado demasiado tiempo desde que nos vimos.
A que sí? A que es como si tuviera dieciséis? Pues os juro que son veintipocos.
Y que conste que en fondo me da igual, pero no sé por qué me ha venido toda esta tontería de golpe.
Más cosas, porque no estoy jodida sólo por esto, evidentemente. Me he ido de vacaciones con mis padres y mi hermano. Hacía años que no íbamos juntos y ha sido terrible. Mis pobrecitos padres se han hecho viejos. Y yo sin enterarme. Que si qué calor hace, que menuda vergüenza que nos cobren por esto, que si pregúntale nosequé, que vamos por aquí, que no, vamos por allí, que no, yo quiero por aquí, que por qué compras eso, que si te lo tengo dicho… Ay dios mío. Y mi hermano y yo alucinando. Y sin decir ni una palabra, oiga, que luego se empeoran las cosas. Total, que he vuelto con más ganas si cabe de irme de la casa de mis padres as soon as possible. Pero claro, es totalmente impossible. Y a mí mi entrañable y querido pueblo se me sigue quedando pequeñito pequeñito. Y me agobio un montón.
Mañana quedaré con NúmeroUno para que me dé un par de tortas a ver si espabilo y vuelvo a la vida real. A esa vida en la que no hay ChicodePanpoxi ni ProyectodeChicodePanpoxi, ni hay dinero para independizarse, pero que sí hay un contrato de dos meses (menos da una piedra) que tengo que firmar mañana, un examen de euskera que tengo que aprobar, un montón de juergas y… Joder, nada más. Ese es el problema. El “nada más”.

No hay comentarios: